Universidad de Jaén

- La estructura del sistema escolar: características y niveles.

- El Centro como unidad organizativa: funciones directivas,  de gestión pedagógica y de administración.

- Plan de Centro.

- Organización de alumnos, profesores, recursos, espacios, horarios, actividades.

- El centro y la comunidad educativa.

- Derechos y deberes del profesor.

- Evaluación de centros.

- Análisis de experiencias de organización.

- Referencia de modelos y elementos estudiados a centros de educación primaria.

Los demandados para acceder al segundo curso de la titulación.

La Organización del Centro Escolar es una de las asignaturas troncales generales de la titulación de maestro en todas sus especialidades. En la especialidad de Educación Infantil está ubicada en el segundo cuatrimestre del segundo curso de los tres de que consta la titulación. Es una de las materias que más  repercusión tiene en el futuro profesional del maestro. Se complementa  con otras materias del currículo del maestro tratando de crear un medio y unas condiciones para que se lleve a cabo la educación. El conocimiento del centro escolar, de su funcionamiento, de las personas que lo  componen y de sus funciones y competencias, así como de su organización material son elementos necesarios y útiles para la acción profesional de los futuros maestros; e incluso antes del propio ejercicio profesional durante la realización del Practicum.

La Organización del Centro Escolar, como discurso científico,  requiere atenerse a los patrones de la ciencia (sistematización del contenido, métodos de trabajo, terminología propia, etc.), por ello desde el principio de su estudio es imprescindible conocer y comprender sus conceptos, principios y estructura. No obstante posee un carácter más eminentemente práctico que especulativo pues en ella la teoría surge de la propia práctica educativa. Los temas están interrelacionados, de ahí la necesidad de llevar a cabo un trabajo ordenado y secuenciado del contenido de acuerdo con el método de aprendizaje propuesto.

Cognitivos (saber):

 - Formalizar, sistematizar e integrar unos saberes de carácter básico de la Organización Escolar.

- Funcionalizar dichos saberes, confiriéndoles una clara dimensión operativa, que permita su eficaz aplicación a la praxis docentes.

- Elaborar unos modelos operativos, que posibiliten el ulterior incremento personal sobre Organización Escolar, tanto mediante el estudio independiente cuanto a través de la práctica docente.

Procedimentales/Instrumentales (Saber hacer):

 - Desarrollar el hábito de razonar sobre los temas de la materia, acostumbrándose a inquirir causas y a establecer una concatenación de razones.

- Incorporar hábitos de rigor y precisión científica.

Actitudinales (Ser):

 - Desarrollar la capacidad de dialogar respetando a quienes piensan de un modo diferente al propio.

- Lograr actitudes y hábitos para un adecuado y eficaz comportamiento docente.

- Alcanzar actitudes que permitan al futuro profesor actuar como agente de cambio e innovación pedagógica.

Bloque 1: CUESTIONES PROEMIALES: EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES Y DE LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR.

Bloque 2: EL SISTEMA EDUCATIVO

Bloque 3: EL CENTRO EDUCATIVO COMO ORGANIZACIÓN

Bloque 4: LA DIRECCIÓN ESCOLAR

Bloque 5: LA ORGANIZACIÓN DE LOS ELEMENTOS PERSONALES DEL CENTRO ESCOLAR

Bloque 6: LA ORGANIZACIÓN ESPACIAL Y MATERIAL DEL CENTRO ESCOLAR

Bloque 7: LA ORGANIZACIÓN DE LOS ELEMENTOS FUNCIONALES DEL CENTRO ESCOLAR

Bloque 8: EVALUACIÓN, INVESTIGACIÓN Y PROCESOS DE INNOVACIÓN Y MEJORA

La diversidad metodológica empleada requiere el empleo combinado de diversas formulas de recogida de información con objeto de evaluar y calificar al alumnado.  Destacamos las siguientes:

• Pruebas escritas (de desarrollo, de resolución de casos prácticos)
• Pruebas orales (exposiciones de los alumnos, intervenciones en clase, apreciaciones de las entrevistas)
• Análisis de trabajos (individuales y en grupo),  informes, memorias, actividades.

Los créditos ETCS cambian el sentido de la evaluación. Se reduce la importancia del examen final como única fuente de evaluación y se valora el trabajo continuado del alumno así como su participación y asistencia en las actividades programadas.

Como ya he mencionado, la evaluación está relacionada con el método didáctico que se utiliza. Si se pretende una nueva metodología se necesita una nueva evaluación no anclada en el examen como forma calificadora.

Para el conocimiento inicial de los alumnos se utilizará, a principio de curso, una ficha en la que aportan sus datos personales y otros que puedan ser de interés (por ejemplo, centros previos en los que han estudiado, otros estudios, motivo por el que cursas la carrera, su interés por la materia…).  Por medio de esta ficha se podría empezar a vislumbrar ya las competencias actitudinales de los alumnos.

A lo largo del curso se realizará una evaluación continúa.  Es evidente que con ella comienza en si el proceso de evaluación de las competencias procedimentales/instrumentales y de las actitudinales. La filosofía de esta evaluación está muy relacionada con la acción tutorial, ya que su intención es fundamentalmente orientadora y asesora.  Para llevarla a cabo se necesita una condición previa y unos instrumentos de evaluación. Como condición previa un clima interpersonal de clase distendido y estimulador; intentando que cada alumno se sienta aceptado, tanto por el docente como por sus compañeros, y perciba así sus posibilidades de éxito ante  la asignatura. Como instrumentos de observación nos valdremos de las entrevistas mantenidas (tutoría individual y grupal),  los trabajos que estén realizando (los alumnos son orientados desde su inicio por el profesor, que les va guiando tantas veces sea necesario) y las pruebas que se programen al efecto.  Respecto a las clases “práctica” su evaluación es inmediata: mientras los alumnos realizan la actividad propuesta, se supervisa el trabajo que están llevando a cabo, y se van ponderando los aciertos y advirtiendo los fallos u omisiones, indicándoles las estrategias para remediarlos.

Asimismo al finalizar el curso se llevará a cabo una prueba escrita (de teoría y práctica); no obstante la experiencia demuestra que normalmente las previsiones que se obtienen de la evaluación continúa se confirma con los resultados de la citada prueba. La prueba escrita nos indicara las competencias cognitivas adquiridas.

Los trabajos de síntesis, investigación, las actividades desarrolladas,… (en los cuales no se puede dar el fracaso pues todos los alumnos alcanzaran las competencias previstas en tanto que disponen de las aclaraciones pertinentes y del tiempo necesario) nos matizan la evaluación final y nos ayudan a evaluar fundamentalmente las competencias cognitivas y procedimentales/instrumentales.

No obstante, la obligatoriedad de emitir una calificación obliga a reducir a un número cada aprendizaje personal, con la responsabilidad de dar una nota que tiene trascendencia en el expediente académico. La nota final será obtenida tras atender a estos tres tipos de evaluación y habrá de reflejar –cierto que en un número- no solo los resultados sino también el proceso de aprendizaje y la integración y transferencia logradas por cada alumnos de las competencias propuestas.

Es interesante también  llevar a cabo una autoevaluación por parte de los alumnos y que aprendan a valorar sus conocimientos y actitudes. La autoevaluación del alumno supone una actividad analítica y crítica respecto a la consecución de las competencias adquiridas y del propio aprendizaje. Su importancia viene determinada por la función de “feed-back” y de fuente de motivación. Es, ciertamente también, un modo de educar en la responsabilidad. No obstante, la autoevaluación es introspectiva y, por ello, subjetiva, lo que hace que los resultados no se puedan, en rigor, emplear para la calificación del alumno.

Es evidente que los objetivos generales, las competencias procedimentales/instrumentales y las competencias actitudinales se van trabajar y desarrollar en todos los temas. Las competencias cognitivas dependen del tema a tratar (viendo su formulación es fácil inferir las que se van a tratar en cada tema).

En las guías de trabajo personal/autónomo del alumno se desarrolla el temario con los objetivos específicos (como competencias cognitivas) a conseguir en cada tema o bloque de temas.

 Bloque 1: CUESTIONES PROEMIALES: EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES Y DE LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR.

 Tema 1: Teoría de la Organización. La Organización Escolar como disciplina.

Bloque 2: EL SISTEMA EDUCATIVO

 Tema 2: Concepto y Estructura de sistema educativo.

Tema 3: El sistema educativo español.

Bloque 3: EL CENTRO ESCOLAR COMO ORGANIZACIÓN

 Tema 4: Tipología y gestión del centro.

Tema 5: Órganos de participación en el control y gestión de los centros escolares.

Bloque 4: LA DIRECCIÓN ESCOLAR

 Tema 6: La función directiva en los centros escolares.

Tema 7: Problemas, perspectivas, sugerencias y cambios en la dirección escolar.

Bloque 5: LA ORGANIZACIÓN DE LOS ELEMENTOS PERSONALES DEL CENTRO ESCOLAR

 Tema 8: El Alumnado: Admisión, agrupamientos y promoción. Derechos y Deberes. Asociaciones de Alumnos.

Tema 9: El profesorado: Formación y selección.  Órganos de coordinación docente de los centros escolares.

Tema 10: Los padres. Participación. Asociaciones. Escuela de Padres.

Bloque 6: LA ORGANIZACIÓN ESPACIAL Y MATERIAL DEL CENTRO ESCOLAR

 Tema 11: El espacio como entorno del aprendizaje

Tema 12: La temporalización del trabajo en los centros educativos.

Bloque 7: LA ORGANIZACIÓN DE LOS ELEMENTOS FUNCIONALES DEL CENTRO ESCOLAR

 Tema 13: Instrumentos para la gestión de los centros. Documentos para su planificación.

Bloque 8: EVALUACIÓN, INVESTIGACIÓN Y PROCESOS DE INNOVACIÓN Y MEJORA

 Tema 14: La evaluación de los centros escolares. Procesos de innovación y mejora.

La teoría educativa y la propia teoría de la evaluación propugnan una concepción sistémica de la misma  en la que el alumno es uno –si bien el más importante- de los múltiples elementos que se conjugan en el proceso de la educación. De aquí que la evaluación no deba serlo simplemente del alumno, sino de la competencias propuestas y de las técnicas docentes empleadas para conseguirlos. Conviene, por tanto, evaluar todo el proceso de enseñanza llevado a cabo, incluyendo la actividad del profesor.

 Obvia decir que no se puede evaluar el proceso de enseñanza hasta que no se lleve a la práctica. Y que considero que su evaluación debe basarse en el logro de las competencias propuestas. No cabe duda que los resultados, tanto parciales como globales, que obtengan los alumnos, están denotando la facilidad, dificultades, o el excesivo nivel de exigencia del proceso de aprendizaje.

 Como mecanismos de control y seguimiento se proponen varios:

 a) La reflexión del profesor sobre su actuación docente. Reflexión que permite reforzar las conductas y actividades que se detectan eficaces y desechar las que no lo son. Podemos entenderlo incluso como una autoevaluación.

b) La opinión (anónima, eso si), mediante un informe, de los alumnos sobre el proceso llevado a cabo. Pueden aportar sugerencias, errores apreciados, aspectos a mejorar, etc. En ocasiones el informe libre puede ser sustituido por una escala de valores preparada al efecto.

c) Las reuniones con profesores de otras materias que impartan también su docencia mediante los créditos ETCS y comentar, discutir y comparar la experiencia y conclusiones de cada uno de ellos.

d) Cuantas otras se estimen y consideren oportunas llegado el momento.

 Se propone el esquema siguiente:

 1 COMPETENCIAS: Cambios concretos pretendidos en los alumnos

2 METODOLOGÍA/TÉCNICAS DOCENTES: Conjeturas de trabajo para lograr las competencias

3 EVALUACIÓN: a) comprobación de datos y obtención de resultados b) adecuación de metodología/técnicas docentes con competencias

4 LA INFORMACIÓN OBTENIDA REPERCUTE EN LA REAFIRMACIÓN O MEJORA DE METODOLOGÍA/TÉCNICAS DE TRABAJO Y COMPETENCIAS